domingo, 3 de octubre de 2010

EL RUNNIG Y MI VIEJO

Más allá de lo visible respecto de los cambios que tiene una persona cuando comienza a hacer running, como por ejemplo pérdida de peso, tonificación muscular, cambio en la dieta alimenticia, equipamiento progresivamente más sofisticado, entre otros, se produce una potente transformación interior, que considera el estilo de vida, las prioridades, el enfoque desde donde se mira el mundo. En definitiva comienza a germinar un nuevo paradigma de vida.

Mucho antes de llegar al running, cuando comenzaste a cuestionar tu sedentarismo, periodo donde el único ejercicio que hacías por esos días era presionar tu pulgar contra los botones del control, “poner la mesa” o alzar la voz cuando necesitabas algo, llegaste un día con una remadora, que la mamá casi te tira por la cabeza. Partiste embalado, todos los días unos 20 minutos a tu regreso del trabajo. Pero el entusiasmo no alcanzó a durar un par de meses y retornar a tu anterior rutina estacionaria. Posteriormente fue una trotadora y luego una bicicleta estática, artefactos que más que ayudarte a iniciar una actividad deportiva, servían como excelentes percheros o criadero de ácaros.

Desde mi perspectiva, el error en no conseguir darle continuidad a estas acciones, residía en que hasta ese entonces no estabas considerando uno de los recursos más poderosos de tu forma de ser, TU INQUIETUD. Todas estas rutinas deportivas se desarrollan en espacios cerrados, por lo tanto, es bastante alta la probabilidad que no varíen, aspecto terrible para alguien revoltoso como tú, donde la novedad, el movimiento y el espacio son elementos trascendentales.

Luego de probar todas estas formas de realizar ejercicio, que evidentemente no prosperaron, un día llegaste y nos contaste que comenzarías a correr… debo confesar que en ese instante me dije “haber cuánto le dura esto”. No reparé que cuando lo enunciaste, estabas decidiendo desde tus recursos. Y, desde la convivencia y experiencias compartidas contigo, fue el inicio de una nueva etapa en tu vida.

Entusiasmado, luego de tus actividades cotidianas, llegabas a la casa contento y comenzabas el ritual de equiparte para salir a recorrer rutas, que permanentemente iban variando. A tu regreso, el cansancio físico por el esfuerzo realizado, pasaba a ser algo secundario a lo radiante y vitalizado que llegabas y también a todas las historias rescatadas de tus periplos por Santiago, Concepción, Viña, Buenos Aires, cerros, etc. que nos contabas a la hora de la cena. Otro de los legados que nos dejó tu permanente derrotero por diferentes trayectos, es tu blog, donde es posible encontrar tu esencia en lo vívido de cada una de las historias plasmadas, donde muchas veces las pude protagonizar, gracias a tu habilidad de captar sutilezas y trasmitirlas de manera notable.



Esa energía se esparció a todos. Mi mamá como tu fan n°1 y partner incondicional en cada nueva travesía. Mis hermanos acompañándote a tus corridas… a pesar de la caña. Antonia, que gracias a ti se empapó por el gozo del deporte y que hasta hoy demanda un compañero con quien salir a correr. Y yo nutriéndome con cada uno de tus relatos (sé que aún no me he hecho cargo de mi sedentarismo y lo que estoy perdiendo, pero estoy ocupándome de apoco).


Esas ganas tuyas por descubrir nuevos caminos y expandir tu ser, se estaban encauzando hacia adquirir una bicicleta de ruta para cubrir distancias más bastas. Y hoy te encuentras recorriendo caminos infinitos y te imagino feliz, viajando por parajes increíbles.

Muchas gracias papito por todo lo disfrutado junto a ti, por hacernos vibrar permanentemente y por traspasarnos tú entusiasmo, tú ser soñador, tus locuras, tú motivación y visión optimista de la vida como el legado a cultivar en nosotros mismos y a esparcir en quienes nos rodean.



Te amo más allá de cualquier frontera.



Maxi

23/09/10

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Querido Maxi......que cosa curiosa hoy estuve en Piedra Roja...veníamos del Cinerario, de recoger las cenizas del papá de la Marisol...obviamente el recuerdo del Becker fue inmediato en ese lugar...hace ocho meses despedí a mi amigo allí....pero lo curioso es que en Piedra Roja donde fuimos a almorzar con la familia...había un montón de deportistas, ciclistas y corredores...con sus tenidas y conversaban de sus temas..cuanto corriste hoy, que la ruta estaba pesada en fin...denuevo allí nestaba mi compadre.....eran temas que muchas veces le escuché y ahora tú me envías este enlace.....querido Maxi hoy ha sido un día lleno de mi gran amigo Becker un abrazo para todos
Orlando Figueroa

Anónimo dijo...

Sí, desde el domingo pasado también me estoy acordando. Ya que el domingo pasado fue la maratón de Berlín, donde algunos amigos fueron y les tocó lluvia a mil... ya me hubiese imaginado ese relato de maratón junto a todos tus compañeros y tus andanzas por Berlín....

El viernes parto a la maratón de Buenos Aires, esa que el año pasado me invitaste a participar y la postergué porque había recién corrido la de Río. A si que será una maratón distinta, porque por cada kilómetro tendré presente que esa fue tú primera maratón, recordando tal vez esos tantos relatos de día domingo y reviviendo todas esas alegrías que sentiste de llegar a la meta.

Nos vemos,

Emilio

Unknown dijo...

Buenas familia becker,
recien estaba mirando las publicaciones de mi papá en fb y me encontré con un mensaje de Rodolfo el 22 de noviembre del año pasado que decía "Como le fue a Felipe?", le preguntaba como me había ido en la triatlón de Piedra Roja del dia anterior. Me acordé de Rodolfo y por lo tanto quise contactarme con ustedes. Me acuerdo que su padre irradiaba mucha vitalidad y fuerza, nunca se rendía, pero sobre todo, estaba infinitamente feliz mientras corría, lo cual en cierta parte me contagió y me ayudó mucho mientras entrenaba en su mismo club, fué gracias a él que descubrí el lindo deporte de la triatlón. Aparte de eso nuestros padres fueron grandes amigos y estoy seguro que donde esten, deben seguir gozando como lo hacían en este mundo. Me gustó mucho como tomaron el blog y que hayan seguido publicando, a mi me ha ayudado escribir, pero he sido algo egoísta con eso y me he guardado todo.

Un abrazo y mucha fuerza, Felipe Ruiz.

Angel dijo...

Hay hermanito la verdad estoy feliz de que hallas logrado plasmar un aspecto del papá que va más allá de solo sus historias.
Sabes todos piensan que para mi es fácil escribir, pero la verdad es que cuando se trata de él, nunca puedo encontrar as palabras. No me es posible hilar más de dos oraciones, porque es tanto lo que quiero decir que mi mente va tan rápido que ni siquiera yo la alcanzo.
O a veces sólo me limito porque creo que en algún momento podré decirlo a él.
Creo que el escribir no es una característica mia, sino que de todos nosotros. Porque la yeyi y tu también escriben cosas hermosas.
Yo escribo fantasía, cosas que me gustaría que pasaran, tu en cambio escribes realidad cosas que pasaros y que yo intento no recordar.

Te amooo y estoy segura de que el papi debe estar muy feliz por lo que le escrbiste.