jueves, 31 de julio de 2008

DAR HASTA QUE DUELA

Ayer sentí una desazón grande al constatar que no todos están dispuesto en mente y alma respecto de los objetivos que uno supone deberíamos compartir

Desazón porque ilusamente soy muy crédulo y nunca asumo que las personas que quiero y aprecio pueden presentarme un doble estándar. Siempre he creído que sin pretender ser un santón uno debe ir por la vida intentando ser bueno, lo que para mí es sinónimo de lealtad, compañerismo, rectitud, sinceridad, libertad para pensar y decir lo bueno y lo malo, compromiso, franqueza, saltar al abordaje con uno… en fin podría seguir señalando sinónimos, pero no tiene mucho sentido.

Esta situaciones me originan un gran dolor interno, porque confirmo que la soledad es mas permanente y compañera de lo que uno cree o piensa, las endorfinas se me van a 0, y como bien saben estas no se venden en una farmacia (¿o sí?) mas de alguna vez me han señalado que soy muy inocente cuando de personas ligadas por trabajo o por afecto están con uno, que pierdo la objetividad… y luego pregunto ¿ cómo no confiar en lo que quiero y aprecio? … ¿acaso el amor en cualquiera de sus formas no debe ser incondicional? … ¿es que no hay que dar hasta que duela? … ¿Cómo aventurar la naturaleza del comportamiento humano, con sus pasiones y temperamentos? … ¿ Como avizorar las deslealtades en todas sus manifestaciones?
Tal vez, en este momento debo parar acudir al café de siempre por un express y un pedazo de pie de limón, a fin de convencerme que voy por el camino correcto porque la vida no es ni tan amarga( como el express), ni tan dulce ( como el pie)


Ya!!

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Un poco triste,tu reflexión de hoy, no dejes de creer en gente, menos en tus compañeros y amigos, ellos como yo y tú tienen dias buenos y dias malos, recuerda que después de la tormenta sale el sol, se ve el cielo más limpio, y volvemos a estar alegres.
Personas como tú hacen que sigamos creyendo en los demás, ver cosas que otros no ven y definitiva ser más felices.